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Para la formación de un piloto de la Fuerza Aérea Mexicana., se requieren años de estudio y preparación requiriendo del alumno dedicación voluntad, y perseverancia.

En un principio los hombres apasionados de la aviación en nuestro país sintieron la necesidad de formar a los jóvenes pilotos de la naciente Arma de Aviación del Ejercito Constitucionalista, naciendo así el 15 de noviembre de 1915 la Escuela Nacional de Aviación que tiempo después cambio su nombre al de Escuela Militar de Aviación en agosto de 1917, iniciando sus actividades con 27 alumnos, con los maestros Santarinin, Juan Guillermo Villasana y los pilotos Jorge Pufflea y Leonard Bonney y el mecanico Alfred C. Taylor como sus primeros instructores.

Para finales de 1920 la escuela fue reorganizada, contando ya en ese entonces con nueve aeroplanos Serie A y Serie H de construcción nacional para la instrucción de alumnos. En esta época, durante el breve gobierno del Lic. Adolfo de la Huerta, se contrato a Ralph Oneill con el grado de coronel para reorganizar a la aviación; prestando especial atención a la escuela, se adquirió equipo adecuado y se reestreno a todo el personal de vuelo para estandarizar la capacidad de los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana.

El crecimiento de las actividades llevo a la construcción en 1923 de un nuevo plantel para la Escuela Militar de Aeronáutica, en el centro de la ciudad, con dormitorios, salones de clase, comedor, gimnasio y piscina, instalaciones inauguradas el 21 de marzo de ese año. Para el 21 de octubre de 1926 se cambio el nombre de la institución al de Escuela Militar de Aplicación Aeronáutica, regresando a los campos de Balbuena contando con 2 jefes, 7 oficiales y 93 alumnos. El 31 de octubre de 1932 retomo el nombre de Escuela Militar de Aviación.

A principios de 1938 la escuela es trasladada a Monterrey, N.L., la Escuela Militar de Aviación fue abanderada por el General de División Francisco L. Urquizo, Subsecretario de Guerra y Marina en representación del Presidente Manuel Avila Camacho en la ciudad de Monterrey el 24 de febrero de 1942, a mediados de 1942 se instala en la ex-Hacienda del Espíritu Santo en Guadalajara, Jalisco. En Zapopan Jalisco fue construida en 1941 la B.A.M Nº 5 lugar a donde se traslado la E.M.A, permaneciendo hasta nuestros días.

El 22 de agosto de 1959 por decreto presidencial fue creado el Colegio del Aire, integrado por la Escuela Militar de Aviación, la Escuela Militar de Mantenimiento y Abastecimiento y la Escuela Militar de Especialistas de la Fuerza Aérea.

En el colegio del Aire se forma todo el personal que requiere la F.A.M., como pilotos aviadores, aerologistas, despachadores de vuelo, meteorólogos así como especialistas en mantenimiento de aeronaves, motores y equipos electrónicos. Cabe mencionar que en el año de 1974 se iniciaron cursos de aerofotogrametistas; los oficiales de la F.A.M. pueden asistir al curso de Mando y Estado Mayor Aéreo que imparte la Escuela Superior de Guerra en San Jeronimo D.F.

En 1993 el colegio del Aire contaba con 1, 092 alumnos, 242 de ellos cadetes de la Escuela Militar de Aviación. Con el paso de los años se dio lugar a la creación de nuevos cursos con el fin de proporcionar a la institución otras especialidades y personal capacitado en las mismas, es por ello que aunados a los cursos que originalmente se impartían en las escuelas y que son los de piloto aviador, mecánico de aviación y meteorologista se agregaron los de controlador y despachador de vuelo, técnico en electrónica de aviación, abastecedor de material aéreo y el curso de postgrado de meteorología. La preparación que reciben los pilotos en el Colegio del Aire es altamente reconocida por su profesionalismo y preparación exhaustiva que reciben durante todo su trayecto hecho que se ratifica por los comentarios de un gran numero de personas que desempeñan muy variadas actividades en la aviación civil, esto es un hecho que confirma la importantísima labor del Colegio del Aire.


Las materias que se imparten para su formación de pilotos son entre otras; tácticas de las ramas de aviación, táctica general aérea, meteorología, navegación, control de trafico aéreo, radiocomunicaciones y cultura en general, esta preparación les permite asesorar al mando en determinado momento, aunado a sus horas de vuelo que constituye una parte primordial para el piloto. Al egresado se le asignan en primera instancia unidades monomotoras, posteriormente estará a cargo de unidades bimotoras o multimotoras como son los aviones de transporte que requieren un poco mas de experiencia y preparación. Las fases en que dividen sus practicas de vuelo van de acuerdo al año que cursan, así tenemos que el curso básico se realiza en el primer año, el curso primario en el segundo año y el avanzado se lleva acabo durante el tercer año, efectuándose aproximadamente un total de 250 horas promedio de vuelo en diferentes aeronaves, durante los tres años de preparación.

Dentro de cada una de estas fases se les adiestra en acrobacia aérea, fase táctica, vuelo por instrumentos, vuelo visual de estima, radionavegación y formación de aeronaves, entre otras, mismas que van aumentando su complejidad conforme el cadete avanza al siguiente año.

Un aspecto importante lo constituye el perfil de los pilotos, ya que este constituye una base primordial que conjunta el desarrollo profesional, preparación física, aspectos sociológicos y la preparación cultural.

Para cada tipo de avión ya sea de pelea, reconocimiento, transporte y aviación de bombardeo, se requiere de un perfil adecuado por las diversas necesidades que requiere la Fuerza aérea, por lo que el piloto de pelea debe tener reflejos mucho mas rápidos y de ser un poco mas agresivo para tomar las decisiones correctas en cuestión incluso de segundos, se dice que en ellos se ponderan todas las características deseables de un piloto aunado a la capacidad de decisión y responsabilidad que se ven cristalizados durante un adiestramiento de muchos años.

En cuanto a las características de los pilotos de reconocimiento, estos deben ejercer eficientemente el mando de una unidad conforme a la jerarquía que le corresponda comandar, también deben poseer una condición física y mental que les permita soportar la fatiga de vuelo provocada por la tensión, los cambios de presión, aceleración y fuerza gravitacional causados durante la operación de una aeronave.

Los pilotos de transporte o bombardeo, regularmente trabajan con tripulaciones múltiples, relacionándose con pilotos, copilotos y mecánicos razón por la cual requieren de otro perfil, ya no es el mismo que el de un piloto de pelea; este piloto deberá ser una persona con capacidad de discernimiento, que pueda trabajar en equipo, con gran capacidad física y un carácter que le permita influir en sus subordinados para fomentarles el espíritu de cuerpo, tenacidad y resistencia a las fatigas.

Así al cumplir 86 años de su fundación el Colegio del Aire, Escuela Militar de Aviación sigue cumpliendo con su misión de formar y dar la máxima preparación al personal que integra la Fuerza Aérea Mexicana .

Opiniones

5
100%
Profesores
100%
Atención al alumno
100%
Temario
100%
Material
100%
Instalaciones
Mario Valle Cerón
Excelente adiestramiento y valoración en la preparación de pilotos aviadores militares, más la formación de oficiales en la milicia es algo tenue la cual se va aprendiendo en la Unidad a la que es asignado el oficial recién graduado.

Piloto Aviador Militar

Histórico de cursos de Colegio del Aire:

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